Le Grand Café Rouge es una moderna brasserie diseñada por la arquitecta francesa Odile Decq. En ella,  su arquitectura, la mezcla de atmósfera tradicional y contemporánea y el diseño más innovador conforman una personalidad distintiva de las más auténticas french brasserie.  Esto,  unido a la cocina propia de este concepto de restauración definen el carácter y filosofía especiales del lugar.

La noción de espacio y dimensión transgrede lo simple. Su  acentuada estrechez contrasta con su gran  longitud. La huida del espacio hacia arriba refuerza las perspectivas con el techo de espejos y con la fachada exterior transparente, también alta y sinuosa. El amplio ángulo visual, tanto desde dentro como desde fuera, diluye la sensación de sus límites.

El acceso se encuentra en Rambla Prim. Al entrar en el restaurante,  el diseño de sus espacios y la propia distribución de los mismos provoca la sensación de una inmersión inesperada.

Entre el piso de madera y el techo reflectante corre una larga y sinuosa estructura  roja, desde la entrada hasta el otro extremo del espacio. Nos encontramos frente a la barra, fabricada en madera lacada en rojo. Su serpenteo conduce hasta una de las últimas columnas, diseñadas para oponerse a la horizontalidad, que en espiral alcanzan el techo desembocando en una forma ovoide de yeso lacado en rojo que flota sobre las mesas de forma futurista.

A lo largo de la barra y en gran parte por encima de ella, un chandellier desestructurado vuela a su vez sobre las mesas. Está compuesto de múltiples objetos, como pequeñas luces, pedazos de espejo, materiales absorbentes y puede ser descrito como una suerte de nube. Juntos , el chandellier  nublado y el volumen rojo se multiplican y expanden por su reflejo en el techo de espejos, creando un cielo infinito.

Conceptos, diseños y perspectivas pensados ​​para darle a Le Grand Café Rouge una personalidad singular que enlaza y vincula arquitectura y arte.